20 sept 2011

Claridad

A veces la geografía nos aleja no sé ya cuántos kilómetros,
si dirección sur o dirección este,
y sin embargo yo cada vez te siento más cerca
y siempre tengo claro que estás conmigo, a mi lado,
 a la izquerda o a la derecha, pero de la mano
cruzando juntas piedra a piedra el camino.

A veces las personas nos hablan y nos dicen y nos cuentan
cosas que no sabemos muy bien a qué vienen, por qué a nosotras,
y sin embargo yo cada vez te escucho más claro, más fuerte,
incluso en tus silencios me sobran las comas: 
tu voz es ya como el viento del mar que sopla imparable. 

A veces las normas dictan y las normas enmudecen,
y surgen cientos de dudas y de incertidumbres y marañas;
sin embargo, tengo muy pocas cosas claras en la vida,
pero tú me has enseñado algo que antes no conocía: 
eres la certeza que ilumina con rotundidad mi alma
y la verdad me surge día a día con tus letras esmaltadas en plata. 

A veces ya no sé si voy o vengo, si hablo o callo,
si me llamo o me deshago en la vorágine que me rodea,
pero es tan bonita tu luz, tan clara y transparente, tan linda, 
que a veces siento que soy toda la oscuridad del universo
para que tú me atravieses y me llenes de vida. 


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