Hablando sobre los líos y desvaríos provocados desde que rompí mi primera y última relación sentimental, mi madre intentando consolarme añade lo siguiente:
- No te preocupes, hija. Hay muchos peces en el mar. Seguro que existe un chico sensato que un día te quiere como eres y no te pide nada a cambio.
Y yo me sonrío pensando en la única palabra que no me gusta de esa frase…
Digo en silencio: ojalá no sea un chico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario