En cambio, voy a reservarlas para otro momento. Lo que supone, de otro modo e inevitablemente, triturarlas un poquito más en esta incansable mente.
No puedo evitar dedicarle unas líneas a una película recién estrenada que me ha impresionado notablemente. O que me ha atrapado, siendo precisos. No sé si porque últimamente el cine está lleno de mediocridad, y por ello, como siempre, lo poco bueno (y desapercibido) que aparece resalta mucho más si llegas a descubrirlo. O simplemente porque es una gran película. De ésas que hacen reflexionar, que cambian una visión prefijada de las cosas (o incluso varias), que marcan un antes y un después en la concepción que uno tiene de algo, por ínfimo que sea ese algo.
"Howl". Aullido. La película sobre el mítico poema de Allen Ginsberg. Tengo que confesar que llegué a la película únicamente por mi interés en la literatura norteamericana del siglo xx. Últimamente me ha vuelto a dar por la poesía, y me pareció curioso perderme durante un rato en una película sobre ello. Era como asistir a un recital, pero con el pijama puesto.
Lo que no me esperaba es que hubiera más que eso. Ya era suficiente. Los tres temas que atraviesan el argumento, el proceso de creación poética, la libertad de expresión y la homosexualidad, me sumergieron hasta tal punto que me embobaran durante la hora y media que dura. Con esa sensación de haber hallado una pequeña e inapreciable joyita que estaba, de nuevo ahí, esperándote. Qué más se puede pedir.
Y me ha devuelto una cuestión a la que ya llevo tiempo dándole vueltas y sobre la que tengo ganas de investigar: literatura y homosexualidad. ¿Es casualidad que haya tantos brillantes poetas y escritores homosexuales? ¿Tiene que ver con su sensibilidad ante las cosas/personas? ¿Es algo más profundo?
Magnífico guión, magnífica interpretación (especialmente la de James Franco), magnífico ritmo, magnífica banda sonora (sobre todo la canción de Prophecy que se alterna a lo largo de toda la cinta).
Innumerables pensamientos los que se van cruzando a medida que pasan los minutos, los versos, la historia, las imágenes, las entonaciones. Me alegro de haberla visto, porque me siento como si hubiera subido otro peldaño más en mi experiencia personal.
De nuevo otra pequeña revelación, que se cruza de casualidad en medio del camino de este viaje hacia una misma.
Anoto a continuación dos de las cosas que más me han llamado la atención, aunque no olvidaría tener papel y lápiz a mano mientras se ve la película.
“Lo que una profecía es, en verdad, no es saber si la bomba caerá en 1942. Es saber y sentir algo que alguien sabrá y sentirá cientos de años más adelante.”
* * *
Estaba seguro que suponer ser heterosexual era algo que estaba mal en mí.Y el Dr. Hicks lo seguía diciendo: “¿Qué quieres hacer? ¿Cuál es el deseo de tu corazón?”Finalmente dije: lo que realimente quiero hacer es renunciar a todo esto y vivir en una pequeña habitación con Peter, dedicarme a mis escritos y la contemplación y follar y fumar marihuana y hacer lo que quiera.Y me dijo: “Entonces, ¿por qué no lo haces? “Pienso, qué va a pasar si me hago viejo y con manchas de orina en mi ropa interior y estoy viviendo en habitaciones amuebladas y nadie me ama y tengo el pelo canoso y no tengo dinero, con las migas de.. tiradas en el suelo?Y él me dijo: “No te preocupes de eso. Eres encantador y amable, la gente siempre te amará.”¡Qué alivio escuchar eso! Me di cuenta de que todo era una trampa de miedo. Ilusoria.
Nota mental: obligatorio verla en versión original, no me quiero imaginar el estropicio que habrán montado con el doblaje al español.
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